pensamiento violeta

ya se sabe
cuando enciendes el ordenador
acabas haciendo cualquier cosa
menos lo que TENÍAS que hacer

Un domingo cualquiera

de pie, desnuda
con las sandalias de romana que tanto te ponen
por delante,
tu mano callosa frota todo mi coño
por detrás,
entre mis nalgas tu polla

me quiero tumbar, abierta de piernas
y que me destroces, si puedes
pero tu mano libre no me deja
aúllo
me tiemblan las piernas al correrme
pero sigues con el masaje
grito
te ríes y aceleras tu mano
cada vez más rápido
y mis piernas vuelven a temblar
ahora sí, me dejo caer, muerta
has empezado muy bien
pero tienes toda la noche
para llenar
para llenarme

sin corte  publicitario
con la polla dentro
me sigues acariciando
ahora despacio
ahora deprisa
ahora despacio
¡cómo te odio!
con tus ojos de idiota
riéndote de mis caras
sé que, si me muevo, te corres
sabes que, si me frotas más deprisa, me corro
tablas
comienzas a lamerme el cuello
y las orejas
y las tetas
y, ciego de ira, descargas

empezamos de cero
por las bocas
a palparnos los cuerpos sudados
te revivo la polla con la lengua
y me siento encima tuyo
despacio, muy despacio
bailo la danza del vientre
pese a tus arranques de furia
tardamos un buen rato en que te corras

ahora queda mi coño
y tu lengua viperina
y esos dedos que se equivocan de agujero
y mi cuerpo vuelto del revés
tenso
esperando pacientemente
que te dé la gana acabarme

¡Taxi!

sí, ya lo sé
que por la noche hiciste maravillas
que por la tarde nos reímos mucho
sé que estás bien formado
con la cabeza amueblada
y ése olor penetrante
nunca mejor dicho

sé que eres bueno
mejor entero que partido
es por ello que me marcho
con viento fresco
a buscar a la mala gente
con la que me relaciono

debes quedar en paz, contento
por lo bien que hemos acoplado
no con pesar por lo que no será
pues mis tacones no pisarán
más tu parqué

considérame capitana de un barco
de puerto en puerto a la zozobra
o una mala zorra sin corazón
que se comió el tuyo
con patatas

o no me consideres
haz lo que te plazca
pero no me intentes retener

Estrenamos la piscina

con el calor que hacía
y la paellita de domingo
nadie llevaba bañador
pero todos compramos vino
el sol me ha quemado
todo lo que no ardió ayer

Desesperación

Necesito, por favor, que venga un hombre.
Necesito, de una vez, algo para pasar el rato.
Ya ni me duelen los brazos,
he repasado mentalmente toda mi vida.
Estoy hasta los ovarios de meditación.
De controlar la respiración.
Grito.
Le grito a Joao que venga.
Necesito que me consuele.
¿Qué hora es?
.
.
.
.
Las tripas rugen.
Las piernas me tiemblan.
Ya no estoy continuamente excitada.
Ya no es divertido.

El último

cuando se va el último
se crea un silencio
el tiempo se detiene en lo alto
de la colina de la soledad
cuando se va el último
acuden la resaca y las agujetas
vuelve el zumo de frutas
y los medios de comunicación
es ahora cuando empiezo
a oir a los vecinos
cuando se va el último
comienza el minidomingo
comienza la soledad
comienza el helicóptero
otros van de comunión
yo
me dedico a yacer

Publireportaje

no sé rimar
ni cocinar
no espero a que me llamen
mi límite de tolerancia estupídico es cero
no sé lo que es la sutileza
ni el descanso
ni la seriedad
ni soy políticamente correcta
ni creyente (bueno, en el sexo sí)
no tengo humor
no me ando con zarandajas, ni por las ramas
ni tengo donde caerme muerta
ni siquiera una razón por la que dar la vida
me ahogo en un vaso de agua (mejor que sea de cerveza)
soy ideal, digo yo

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