amanecemos todos sudados
acalorados entre agujetas
y restos del naufragio
ayer cené pollas
anoche fui vejada repetidas veces
probaron mi resistencia y flexibilidad
y mi grado de perversión
y ahora ninguno responde
ninguno de los que ayer estaban
tan seguros de sí mismos
es capaz de reaccionar
se tomarán el café en el bar
de repente, toca a la puerta
el séptimo de caballería
que llega fresquito, duchado
respondiendo a las señales de humo
listo para continuar lo que los otros no pudieron
mi héroe desenfunda
a cuatro patas, aúllo al alba
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