el asco
de su aliento podrido
y la risa floja de su mujer
sentada en el sillón orejero
mientras semejante cenutrio musculoso
ya vacío
me intenta saciar
con juguetes para niños
quizá es que ya lo he visto todo
y estoy de vuelta
quizá porque las nuevas generaciones
ya no tienen lo que mis viejos enemigos
pero estos zafios
ya no me hacen gritar de placer
ni de dolor
y lucho contra el aburrimiento
mientras el cerdo suda y jadea
como si este polvo mediocre
fuera a ser su último aliento
martes, 22 de mayo de 2012
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