martes, 14 de enero de 2014

formando pequeños monstruos


a uno de ellos humillé
anteriormente
le llamé  eunuco y le golpeé
para que hoy me odie
con su herramienta

veo al otro, a veces,
en el ascensor del gimnasio
y siempre baja la mirada
hombrecillo lastimoso
que ahora golpeo sin piedad
mientras el de la voz aguda
me penetra con furia
hasta explotar

exhausta,
me dejo caer al parqué
abierta de piernas y
agarro al musculoso
para que me lama completa

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