su jugo sabía a pomelo
como su cara
como su vida
tenía algo de desesperada emoción
que me doblegaba en la cama
me mancilló
derramó su jugo amargo
tantas veces como quise
y por la mañana se marchó
con su guitarra sin cuerdas
a tirarse desde un puente
a chotar las cabras
a pelar los gatos
¿quién sabe?
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