viernes, 20 de noviembre de 2009

dos tazas

le revivo con la boca
aunque él quería descansar
me pongo a cuatro patas
ofreciéndole todo
¡cuánto me va a costar educarte!

intenta humillarme
cree que me tiene
cogida la medida
y yo me río de él

podría aplastarlo con mis nalgas
como si fuera un mosquito
pero lo dejaré vivir
un día más
para azotarlo por la mañana
empuja, desgraciado, empuja
¡cuánto te voy a hacer sufrir!

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