domingo, 1 de noviembre de 2009

Noche de monstruos

Escribo estas líneas al borde del colapso.
Las manos me tiemblan del nerviosismo.
Unos seres bien duros llevan toda la noche persiguiéndome.

Me han rastreado hasta mi casa
y no he podido evitar que entren y se desvistan.
Les he entretenido con alcohol
y me he escondido en el despacho.
Estoy sola, indefensa.
Suenan golpes en la puerta,
me han encontrado.
¿Qué hacer?
Me cuesta pensar con tanta feromona en el aire.
Debo calmarme, buscar una solución,
no pensar en esos cuerpos atléticos.
En cualquier momento,
los perseguidores derribarán esa puerta
y me tomarán sin descanso.
Mi coño está a punto
sólo espero sobrevivir.

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