domingo, 18 de octubre de 2009

Y pensar que...

Yo la ví.
Yo la busqué.
Yo hice lo posible por conocerla.
Ahora, me agarra del cuello.
Me pone una mordaza.
Me ata las manos a la espalda.
Me saca las tetas por encima del vestido.
Se chupa la mano y la pasa por mi coño.
Me tira de los pelos.
Me lanza a la cama, de golpe.
Pone una rodilla en mi esternón
y prueba a meterme un dedo en el coño.
Juega con el dedo.
Me insulta.
Me dice todo lo que me va a hacer.
Me da golpecitos en el clítoris.
Me incorpora.
Me lanza de nuevo.
Se ríe.
Me escupe.
Se desahoga dentro de mí.

Yo la ví por la calle. Era una diosa.
Yo la busqué.
Yo la seguí hasta que desperté su curiosidad.
Y ahora abusa de mí cuanto quiere.

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