No me juzgues, porque soy libre,
no estoy afiliada a ningún partido,
no llevo anillos, llevo collares de perro.
No me juzgues desde tu punto de vista,
supuestamente moderno,
pues sólo conoces mi cuerpo.
No me juzgues por la noche,
ni por mis pintas de furcia,
ni por mis pelos de psicópata,
ni por mis tetas.
No me juzgues por el día,
ni por el odio que siento por todos vosotros,
ni por las ganas que tengo de sacaros los ojos,
ni por mis ronquidos.
No me juzgues por lo que bebo.
No me juzgues por lo que escribo.
No me juzgues.
No me juzgues por cuántas veces
me levanto y alzo.
Sino por cuántos latigazos
me has tenido que dar
para abatirme.
viernes, 11 de septiembre de 2009
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eres la ostia
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